Una moto gira «al inclinarse», pero ¿cómo hacerlo de manera fluida y por supuesto, lo más fácil y segura posible?
Un poco de contramanillar, y colocar adecuadamente el peso, y la moto «gira sobre la parte interior de los neumáticos», se inclina y toma la curva. Para estos segundos ejercicios acude de nuevo a un parking despejado. Imagina en él una curva de radio medio. Llega a ella con una velocidad constante, pero con los frenos ya soltados. Si accionaras ¡muy ligerísimamente! el freno delantero, verías que los anchos neumáticos actuales crearían una especie de par que tendería a levantar la moto hacia fuera o, lo que es lo mismo, se opondría a que «tome la curva». Aplica lo aprendido: un poco de peso sobre el estribo interior, y la moto «caerá» tomando la curva.
Un poco de presión hacia delante ¡en el manillar contrario!, y ocurrirá lo mismo. Si colocas el peso del cuerpo sobre el muslo del interior del viraje, y más todavía si lo sacas ligeramente hacia dentro, todavía más. Deja que la moto corra «suelta», virando en redondo sobre tu curva imaginaria. Verás que no te pide esfuerzo alguno y se queda «girando» sobre el perímetro corto de los neumáticos. Puedes mantener este giro de modo continuo. ¿Quieres cerrar la curva y girar un poco más en corto? Carga un poco más de peso sobre el asiento. Si cargas al contrario, es decir, levantas la moto hacia fuera, inevitablemente la moto abrirá el radio de giro. Desde un radio determinado, pues, «cierra y levanta la moto» alternativamente: así estás abriendo o cerrando el radio de la curva que tomas… ¿Evidente, verdad? Lo haces desde niño, y ya llevas años en moto… Pues entonces… ¿Por qué respondiste la semana pasada que al apretar el manillar la moto caía hacia ese mismo lado? ¿Por qué en circuito no logras siempre cerrar la trayectoria en los ángulos?
Si llevas la mirada lejos, siguiendo tu trazada escogida, «no te pisarás los pies» y la moto girará exactamente hacia donde lo desees.
Al inclinar una moto estás compensando mediante la fuerza de gravedad a la centrífuga que saca a la moto hacia fuera.
Conduce relajado y de modo fluido: si vas demasiado tenso es que algo estás haciendo mal (colocación de los pesos sobre la moto)… o que estás pasando tus límites.
Recuerda que:
1 No mires exactamente «donde pisas»: al contrario, alza la mirada algo lejos y verás que la moto toma de modo natural la trazada prevista.
2 Una moto -y su piloto- se inclinan para crear una fuerza que compense la fuerza centrífuga que tiende a sacarla fuera de la trazada deseada.
3 Cuanto más te inclines y «compenses», más fuerte puede ser esta fuerza. O lo que es lo mismo, más deprisa puedes girar y tomar la curva.
Fallos habituales:
* Descolgarse «para tocar la rodilla» como sea «como hacen los pilotos» sin necesidad.
* Conducir tiesos y tensos: debes encontrar en cada curva el equilibrio para que gire redondo y bien apoyada y sin esfuerzo alguno por tu parte.
* Dudar, y «levantar y cerrar» la inclinación, lo que lleva irremisiblemente a «trazar y destrazar» al cambiar el radio de giro en pleno viraje.
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