Aunque en moto no se suele viajar de noche, a veces se llega cuando ya han apagado la luz. Es verdad que hay menos tráfico, y que los vehículos son más visibles al mostrarse gracias a sus luces encendidas, pero resulta obvio que es más complicado resolver situaciones enredadas o evitar riesgos insospechados.
De noche es más delicado ver las manchas de líquidos, las suciedades (arena, barro…) e incluso los baches en la calzada. Cuida, pues, de dejar más distancia de seguridad hacia los bordes de la carretera y de no acercarte a las cunetas.
Además, no resulta evidente interpretar convenientemente el escenario que atravesamos o incluso, prever la presencia de «animales nocturnos», ya sean de cuatro patas o de dos…
Algunos de ellos irán motorizados y lamentablemente bajo los efectos de sustancias prohibidas como el alcohol o los estupefacientes. Presta atención, pues, sobre todo las noches de fi nes de semana. Y ten cuidado con aquellos que parezcan que no pasarían los controles de alcoholemia…
Sin embargo, puede que seas tú mismo quien llegues ya muy cansado por el simple hecho de «total, me quedan sólo un par de horitas de autopista y me ahorro el hotel»… y hasta atiborrado de «cafeses». Olvídate pues de heroicidades inicuas y piensa que siempre es mejor parar, descansar, echar una cabezadita y hasta reconducir tu viaje en óptimas condiciones al día siguiente… La lluvia, qué duda cabe, lo pone aún más difícil.
Al empeoramiento de las capacidades de agarre de tu vehículo, debes sumar las de los demás: piensa que para los «contrarios» es aún más fácil perder el control y meterse en tu camino bajo la lluvia. Debes prever, además, estar preparado para ello: no sólo llevar el mono o equipo correcto, sino también adecuar el casco –pantalla, antivaho, regular las luces– y demás para que no circules inseguro innecesaria y peligrosamente.
Recuerda que:
1 Circular de noche obliga a un lógico aumento de la prudencia ante la falta de visibilidad.
2 Aunque «veas» más los coches que llegan a las curvas, no distinguirás los baches ni las humedades…
3 Prepara tu casco: pantalla siempre clara (llévala de recambio) y con protección antivaho.
Fallos habituales:
- No observar regularmente mediante los retrovisores lo que se te acerca… ¡a traición!
- Pisar las líneas de pintura: de noche pueden, aun sin llover, estar húmedas.
- Acercarse demasiado a los bordes de la calzada: de noche, puede haber baches y suciedades imprevisibles.
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