Seguimos analizando maniobras complicadas o peligrosas, sobre todo para el motociclista, tenga o no razón, porque ya quedamos en que «tener razón no es para tanto». El de la moto siempre paga más que «chapa y pintura».
En caso de conducción atascada es fácil cometer el error que te comento: los coches están parados -o casi- y has encontrado espacio libre para adelantar por la derecha. Éste es el primer error.
Por supuesto, nunca es conveniente pasar por la derecha, por si las puertas están abiertas para salir, -en el caso de los taxistas, ¡ten por seguro que se abre justo cuando pasas tú!- o por los giros a la derecha de los propios coches de tu hilera. Sin embargo, es igualmente fácil que se produzca el caso que señalamos aquí.
El coche que vas a superar por la derecha ve que uno que viene de frente quiere girar también hacia tu derecha, y gentilmente reduce su marcha y le deja un hueco. Incluso puede que le dé paso con la mano o con un toque de luces.
En ese momento, cuando tú estás adelantando por la derecha te lo vas a encontrar «de golpe», nunca mejor dicha la expresión, y sin haberlo visto al quedarte reducida su visión hasta entonces por los propios coches de tu fila.
Puede que justo a tu derecha haya una calle, una entrada a una gasolinera o incluso alguien que quiera meterse a contramano en un parking.
En estos casos, el dilema es siempre el mismo: ¿tienes tiempo para parar? Mi consejo es que sea que sí, es decir, que vayas lo bastante despacio como para detenerte a tiempo de evitar la colisión, porque si vas por la derecha, entre los coches, la acera y el mobiliario urbano, intentando evitar el choque, puede ser peor el remedio que la enfermedad. Y recuerda que nunca puedes invadir las zonas destinadas a peatones.
Zonas turísticas. Sé lo bastante listo como para tener en cuenta que en zonas turísticas o de recreo abundan no sólo los peatones despistados ante las bellezas de tu ciudad o simplemente que «están en babia», sino también los que andan «confundidos por la noche» si circulas por una zona de bares.
Vista. Ten, ante todo, la vista de mil ojos incluso «los del cogote», para ir adivinando todo lo que ocurre a tu alrededor… Cuando estás circulando debes estar atento a los coches que te preceden, a los que llegan, a las calles y cruces que atraviesas, y a todo lo que ocurra en tus retrovisores. Y, ante todo, entrena tu intuición.
Semáforo. En un semáforo, ¡nunca te pares en mitad de tu carril! Aunque esté todo disponible y tu rodar te haya llevado ahí de modo natural, aparca siempre a uno de los lados para dejar espacio a un coche despistado que no lo haya visto y/o llegue en una frenada de pánico y completamente pasado. Así evitas, en lo posible, que se te lleve por delante.
Barrera. Una maniobra inteligente es, cuando pretendes girar por ejemplo a la izquierda y ves que hay un coche que te precede que igualmente quiere hacer esta maniobra. Úsalo de barrera ante los coches que vienen y gira justo a su vera. Es curioso, también, como éstos tienden a aminorar más su marcha si quien inicia la maniobra no es precisamente una «débil» moto.
Fallos habituales:
- Esperar todo de nuestra agilidad: hay accidentes en los que ni siquiera se puede evitar ser escurridizo.
- Pasar rápido a una fila de coches por la izquierda: alguno puede decidir girar a ese lado o dar media vuelta (aunque sea ilegal).
- Adelantar una hilera de coches por la derecha: es fácil que te comas una puerta que se abre o un coche girando.
- Circular demasiado pegados también a otras motos: ¡Que corra el aire!
No hay comentarios:
Publicar un comentario